Un día le dio por tallar dos muñecos uno se llamaba Pincho y otro Pincha. La señora llamada Gregoria los colocó en una silla, y por la noche un Hado madrino principiante hizo magia y les dio vida. Pero con un problema, eran siameses. El Hado les dijo que si antes del amanecer le traían dos niños podría separarlos y que serían humanos. Pincho y Pincha se fueron a buscar a dos niños y se hicieron humanos.
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