Érase una vez una niña llamada Lina. Lina tenía una familia muy famosa gracias a su padre, que era torero. La pequeña niña de diez años, quería llegar a ser como su padre. Cuando sus amigos se enteraron de la noticia, no dejaron de burlarse de ella, ¿cómo podría una niña ser torera? Pasaron los años y Lina entrenaba con su padre cuatro días a la semana. Con su voluntad y esfuerzo, consiguió dominar al animal.Llegó el día más esperado.El domingo, en las fiestas, a Lina la tocaba torear.Todos sus amigos se quedaron boquiabiertos de lo genial que lo izo Lina.Sus padres estaban muy orgullosos y todos comprendieron que las personas, todas somos iguales, podemos llegar a conseguir lo que queremos y cada uno es libre en hacer lo que quiera sin hacer daño a los demás.
Olé,ese cuentazo,esa torera...
ResponderEliminarFernando 5ºA
Muchas gracias compañero Fernando.
EliminarINAS 5ºA
SÍ ES PORQUE SOY MUY BUEN ESCRITOR.
ResponderEliminarFERNANDO 5ºA