El camello sentia envidia por los cuernos del toro
Y quiso tener los suyos propios.
Para consegirlos , fue a ver a Zeus y le pidio
Que le regalara unos parecidos.
Zeus, indignado de que no se contentara
Con su gran tamaño y su fuerza, no solo le nego los cuernos, sino que,ademas,
Le recorto las orejas.
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La envidia no es buena consajera
bien Aitor :)
ResponderEliminarYa le vale al camello ;)