Un día Pepe yendo a su trabajo como todos los días pasó el paso de cebra, y cuando le quedaba un color paso una moto que le rozó la chaqueta. Al ver Pepe que ocurrió esto miró a la señal de tráfico y se dio cuenta de que cuando miró no estaba, y se preguntó, ¿dónde están las señales de tráfico? Pepe muy desconcertado llamó al alcalde su amigo y le dijo que le perdonar la petición de quitar las señales de tráfico. El alcalde dijo que sí, pero le pidió que no dijese tonterías.
Y de esta ocasión Pepe aprendió una lección:
Que no debía confiar de irse sin señales de tráfico.
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